Si hiciera memoria de seguro no recordaria porque un fruto es tan delicioso si no es porque esta hecho para el antojo de mi vez primera, como cuando la tarde se levanta sobre las cabezas de los hombres incluso de los que siempre la tienen clavada e la tierra, porque no hay nada como el sol con su inocencia, hechos de pasiones inusitadas que dejan una huella imborrable en la conciencia y el crimen con el castigo que espera nuestra costumbre de ser una sombra al lado de nuestro anhelo hacia el infinito.