#Mujeres #PremioCervantes #SigloXX #Uruguayos
Ponerse al margen asistir a un pan cantar un himno menoscabarse en vano abrogar voluntades
Duerme el aldeano en un colchón de… El pescador de esponjas descansa sobre su mullidísima cosecha. ¿dormirás tú, en lenta flotación, sobre pael escrito?
Mi homenaje al que plantó cada árbol sin pensar, para siempre. O acaso imaginando al desunido que un día lo convoca,
Una lluvia de un día puede no acab… puede en gotas, en hojas de amarilla tristeza irnos cambiando el cielo todo, el… en torva inundación la luz,
Si el poema de este atardecer fuese la piedra mineral que cae hacia un imán en un resguardo hondísimo; si fuese un fruto necesario
¿Mirar atrás será pasar a ser de sal precaria estatua, un perecer petrificado preso en sí mismo, parte del roto encanto de un paisaje
Sólo tendremos lo que hayamos dado… ¿Y qué con lo ofrecido y no acepta… qué con aquello que el desdén redu… a vana voz, sin más, ardiente ántrax que crece,
Uno más uno, decimos. Y pensamos: una manzana más una manzana, un vaso más un vaso, siempre cosas iguales. Qué cambio cuando
Otoño, perro de cariñosa pata impertinente, mueve las hojas de los libros. Reclama que se atienda las fascinantes suyas,
Expectantes palabras, fabulosas en sí, promesas de sentidos posibles, airosas, aéreas,
Érase un bosque de palabras, una emboscada lluvia de palabras, una vociferante o tácita convención de palabras, un musgo delicioso susurrante,
Cada día es un rayo cegador hundido en tierra, cada instante una perdida gota. Noche a noche algo cambia por una insignia oscura,
Primero te retraes, te agostas, pierdes alma en lo seco, en lo que no comprendes, intentas llegar al agua de la vida…
En el aire estaba impreciso, tenue, el poema. Imprecisa también llegó la mariposa nocturna, ni hermosa ni agorera,
En el bosque de Borges es oscuro lo claro, lo negro guarda el blanc… lo blanco que es lo múltiple y el… color solar, hasta el aciago negro que el alma infausta reconoce como