En Buenos Aires se ve caer la llu… La gente pasea por la calle con pa… Al frío trote, y paran bajo techos o bajan escaleras hacia subtes muy… se ve en la gris oscuridad del día
vivete de mi, ansiame, motivame, sea lo que es cuando te desnudas, estatua de la Carne con curvas
Buscaste una respuesta, sí. Un aliento que come desalientos, pianos, trompetas, sí... Tal cual ocaso rompe-alma tu grito se intercaló entre tu car…
...contigo moría en la cima de la… iniciaba el hilo del tiempo, del instante: el vértigo de la imagen que traspasa su alma en el cambio.
sufro el mundo y es bueno tenerte como una casa rodante como un fruto de dulce silvestre entre mis manos
Por qué no la emoción, la mansa herida; en qué tibios dolores se amanece al vagabundo fuego que de cerca ex… pero da luz al lignario pulso
Sólo yo y aquella piel blanca donde escribir palabras que se hun… náufragos de tinta, el horizonte donde amanece distint…
Edificarás o mortificarás. A la miel o a la hiel irá la lengu… Y entre muerte y vida el péndulo b… al ritmo del reloj o del corazón. Nacer o morir: tienes aquí
Dicho de otro modo: por qué me hiere el viento corta mi carne el agua al bajar por gravedad; fluvial la lluvia ensangrentada
el truco consiste en hacerte ver detalles semillas desde las cuales la vida el amor
dónde dónde dónde, campana mi cabeza entre sus quejas… dón, dón, dón, dónde estaré, dónde estuve, dónde este cuerpo frágil,
me refiero muchas veces a que tú, ellos, ustedes me dicen, incluso en el espejo, aun cuando vi fuera, al mundo, por primera vez
Ya fingiendo, llegan a su casa, ilusionados, ya fingiendo que no existe, como el día y como la noche que sometidas totales al paso que es tiempo pasan, ya fingiendo que no existe tal co...
A las cajas con cabezas les gusta el sonido de los bordes. El establecimiento de lo eterno en la sociedad de los Sin Nombre. La suprema rima de los sonetos,
En días de plomo mi espíritu se av… mirando lluvias, mis ojos se enamo… las gotas danzan, en la ventana ll… aroma a tierra—el cautivo se cauti… En cajas viejas, los secretos a la…