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Amuleto de la esperanza
Ocho patas,
Ocho opciones.
Oh, pequeña,
¿Acaso eres enviada
De alguna fuerza divina?
¿Serás tú el amuleto
De mi esperanza anodina?
Ocho patas,
Ocho opciones.
¿Acaso vienes a recordarme
Lo que la tormenta
Me quita al encontrarme?
Haz que pare, por favor
Que pare mi dolor,
Que pare mi profundo dolor interior.
Pero yo sé que tú no puedes,
Oh, chiquitita,
Sé que tú sólo vienes a recordar,
Vienes a recordarme
Lo que me tiene que importar.
Ocho patas,
Ocho opciones.
Ocho opciones, y mil perdones.
Mil perdones a mí misma,
Mil perdones a mi cuerpo,
Mil perdones a mi alma.
¿Qué estoy haciendo?
Oh, negrita,
¿Vienes a guiarme?
No, yo creo que vienes a recordarme
Cómo suelo ser mi guía,
Y es con tan sólo amarme.
Ocho patas,
Ocho opciones.
Y justo cuando estoy por caer
Llegas tú
Y mis diablos dejan de morder.
Oh, hermosura,
¿Vienes a salvar
Mi soledad vacía
E imposible de amar?
No, tú sólo vienes a recordar,
Recordarme cómo volar.
Ocho patas,
Ocho opciones.
¿Vienes a recordarme
Que la solución no debe estar
Enfocada en desviarme?
¿Que la esperanza no está
Encerrada en solo una visión,
Sino en un abanico
De distintos ojos esperando su adopción?
Oh, inocente,
Tú sí que eres un ser decente.
Puedes ser ingenua y pequeña,
Pero no eres inservible o insignificante,
Eres una luz para mi alma,
La cual está en un pozo obsesionante.
Ocho patas,
Ocho opciones.
No una, tengo millones.
El ocho no representa
Su número exacto
Sino que me presenta
Un recordatorio:
No tengo que sufrir
Viviendo en solo una opción.
Tengo que salir y buscar,
Porque hay más de ellas para una solución.
Oh, amada mía,
Me has hecho despertar,
Y he tomado mi decisión,
La cual tengo que aplicar.
Ocho patas,
Ocho opciones.
Pues he elegido la opción siete,
Y me fue muy fácil
De hacerme consciente.
Me cuidaré, te lo prometo,
Me cuidaré y protegeré,
Protegeré a mi cuerpo, mi alma y mi esencia,
Y esa promesa nunca quebraré.
Pues lo prometo para siempre
Y tú me recordarás
Cuando el viento intente arrastrarme
Y tú me otorgarás
La posibilidad de volver a afirmarme en la tierra
Y me concientizarás
De que siempre existe más de una rama.
Oh, tesoro,
Mi opción siete ya está en juego:
Me cuidaré y protegeré, sí,
Pero también tengo que reencontrarme
Con lo que de verdad me importa a mí.
Y eso lo incorporaré
En mi día a día,
Hasta acostumbrarme,
Y evitar alguna que otra caída.
Dejaré de creer
En las mentiras del espejo
Y comenzaré a rearmar
Mi propio reflejo.
Ocho patas,
Ocho opciones.
Oh, arañita,
Gracias por acompañarme,
Y ahora, honorando nuestra alianza,
Comenzaré a nombrarte:
Mi amuleto de la esperanza.
(2014)
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