En primavera brota la esperanza, las flores pintan el campo en colo… el canto de los pájaros, amores, y el viento suave en el alma danza… El verano llega con su bonanza,
Tú eres mis versos, la sílaba que late en el fondo de mi pecho, el eco suave de una palabra eterna
Lento, cual hojas que descienden c… Se desliza mi alma con ritmo de ol… Tu adiós cual viento susurra con a… Y mi pecho en un llanto se siente… Las palabras que hieren, cual hoja…
He renunciado al invierno y su frí… a los lienzos de nieve que el vien… a los copos que caen como sueños c… y a la bruma que envuelve cada ram… He renunciado a la calma que en él…
Emiliano, ven, contemplen tus ojos… Los rayos de la luz, brillantes y… Iluminan el cielo, un hermoso mant… Cubriendo el firmamento, un lienzo… Mira cómo se elevan, radiantes y p…
En esta tarde de nostalgia, me dices que lo nuestro no va más. Tu voz, cual daga, hiere mi alma, dejando un vacío que no sanará. Recuerdos de momentos compartidos,
Camino sin rumbo, perdido en la du… Pregunto a la vida, ¿dónde está mi… El que me quiso, me tiene olvidado… Y el que no, tampoco me ha reclama… Aprendo a tener la vergüenza por g…
Cuando el sol se oculta tras el mo… y la sombra envuelve el horizonte, tú, recuérdamelo. En la brisa suave de la tarde que susurra historias, no me falte…
A través de nubes y viento, te bus… Mi alma anhela tu presencia, mi co… El cielo se vuelve mi lienzo, dond… Cada pincelada de esperanza, un co… El viento susurra tu nombre, lo oi…
Desnuda eres un mapa dibujado al t… una calle donde el viento se atrev… Cada esquina de tu cuerpo guarda h… que se murmuran en el borde del si… Eres un sendero que se desdobla en…
En las calles grises de Santa Mar… el eco de sus pasos ya no resuena. Su sombra, antes familiar, se desv… entre los muros gastados por la es… El humo del cigarrillo que no enci…
Gardel, nombre que danza en el ta… silueta marcada en el polvo del ti… El Morocho del Abasto, eterno y f… voz que aún rasga el aire en su al… Nació del arrabal, de su entraña h…
Cuando Chacalon canta, la noche t… las estrellas despiertan su luz má… y los cerros, altivos, bajan humil… como si la tierra se rindiera a su… La voz del pueblo vibra en su garg…
Nunca plegó su voz al miedo, ni hizo del llanto su hogar. Labriego del verso y del fuego, tronco que quiso brotar. Llovieron grilletes de sombra,
Si tus ojos y el cielo se unieran, bordarían fulgores dorados, y en las horas de sueños callados, las estrellas su luz encendieran. Si mis labios tus labios bebieran,