Su voz, dulce y melodiosa, como un canto de azucena, despertaba en cada escena una lágrima preciosa. Con su alma de gran dama,
Mejor una luz que alumbre fugazmen… que una oscuridad eterna sin consu… Más vale un sueño que no es perman… que resignarse a no tener un cielo… La esperanza, aun cuando sea incie…
El verbo naufraga en mares desbord… un eco roto que el abismo atrapa, la voz se quiebra como frágil capa… y el mundo calla en sueños desgaja… De tinta y viento nacen los pecado…
Noche tras noche, el insomnio me a… Llevándome a un mundo de sombras y… Mientras los demás descansan, mi m… En un mar de preguntas que no tien… ¿Qué me impide encontrar la paz an…
Silente voz, pasión que se elevó, Tu canto, un eco en lenguas ancest… Resonando en los vientos, sin temo… Protesta y canto, himnos libertale… Voz de los Andes, eco del dolor.
Cerraré mis ojos, mas no el alma f… que en la eternidad vive, más allá… El amor, más allá del polvo y el c… destino, es inmortal, no tiene fin… Aunque mi cuerpo sucumba en la tum…
En las hermosas y turbadoras págin… de esta edad que arrastra su sombr… desfilan melancólicas soledades, viejos nombres que el viento desho… silencios que duelen en las manos.
En la bruma, magia canta, se despluma y levanta. Va el conjuro
Olas susurran cuentos de sirenas, Espuma blanca borda los secretos, Corales pintan mundos inquietos, Peces danzan entre las arenas. Conchas guardan ecos de ballenas,
Nacen nuevas ilusiones, se renuevan la pasión, los recuerdos son colores que aún brillan en mi voz. Cada día es un suspiro,
Amor, que en mi pecho ardes y en mi alma te aposentas, ¿qué es lo que quieres de mí que así me inquietas y apremias? ¿Eres gusto o eres pena?
La Muerte, muy astuta, con sotana y gran sermón, llegó con su risa bruta a dar la extrema unción. El enfermo la miraba,
Que nunca muera la flor de ayer, ni su ligera forma de ser. Que el beso amante
En su canto fiel y puro, se enredaba el corazón, voz nacida del arrión y del viento más seguro. Argentina la nombró
El amor nunca escucha ni obedece, desoye la razón y el equilibrio. Salvaje brota, torpe y sin mesura, en la herida del pobre y del valie… sin orden crece ni concierto.