Cada noche, cuando el alba duerme, mis versos despiertan en tu cuerpo… Un roce tibio en la penumbra se enreda en la cadencia de tu ali… Te miro, envuelta en sombras líqui…
El viento enmaraña los recuerdos, como páginas sueltas de un libro q… Los árboles, ancianos de corteza a… susurran nombres que el río arrast… hacia la boca hambrienta del tiemp…
Amor, ese juego de palabras, donde los corazones son piezas de… y las promesas, simples cartas que se desvanecen con el viento. Te busqué en las estrellas,
Serena Belleza, Celestial Musa Que inspiras el alma con tu gracia… Despierta mis sentidos, eleva mi p… Y guía mi canto hacia la más subli… En este mundo efímero, bello y cam…
En tus ojos azabaches, Ya se presagia la lluvia, El cielo va a derramar Sus lágrimas entre ruinas. El viento sopla insistente,
Bajo el alba sagrada se enlaza un… las campanas resuenan con eco de a… Dos caminos se funden en dulce cam… juramento impasible de eterno fulg… Las estrellas vigilan el lazo sagr…
En donde el mal se esconde, Virtudes veo yo brillar, Inocencia y bondad responden, Aunque las sombras intenten callar… Donde el pecado se desliza,
Te quiero como el sol quiere a la… silencioso y constante, sin pregun… como el viento que, aun cuando se… acaricia las hojas al pasar. Te quiero sin tregua, sin condicio…
Tu piel cual pétalos, tan suave y… Tus ojos, un cielo, vasta y esplen… Tu voz, una armonía, trino que con… Que alza mi espíritu, nueva fuerza… Tu risa me embelesa, melodía sonor…
En tus brazos encontré, La pasión más ardiente, Un amor que me hizo perder, El sentido y la mente. Eras mi anhelo prohibido,
Aquí tienes un poema inspirado en la métrica, el ritmo y la cadencia de Rosalía de Castro. He seguido el verso alejandrino y su sensibilidad melancólica, con el uso de figuras poéticas ...
En cada beso, un universo nace, efímero como el rocío del alba. Mundos de sueños que el alma enlac… mientras el tiempo su curso salva. Labios que rozan la eternidad,
En un rincón polvoriento, olvidado… yacía un libro antiguo, perdido en… Sus hojas, amarillas, guardaban hi… sus letras, descoloridas, susurros… Nadie lo miraba, nadie lo abría co…
Oh, divina musa de la inspiración, que en el alma del poeta te posas, como un susurro de eternas rosas, trayendo consigo la revelación. En tus alas de luz y de misterio,
A las damas dulces, refinadas, con sus miradas tiernas y sosegada… como un jardín lleno de rosas dulc… que embriagan con su aroma y sus l… Visten con elegancia y distinción,