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Quiere el Amor Feliz –el que se p… poco...– arrancar un verso al alma… ¿Cuándo la miel necesitó dulzura? ¿Quién esencia de pomo echa en la… Quédese en hojarasca temblorosa
Es inútil querer dar un cauce a mi…
Si pudiera escogerlas libremente entre las más brillantes o las más obscuras; si te fuera dado entresacarlas con mano trémula, como hace ante las piedras preciosas el orfebre encargado ...
Dichoso tú, que no tienes el amor… Dichoso tú, que puedes encerrar tu…
No emplumaron tus sueños y ya quie… Y es que ellos se conocen las alas…
Si yo no hubiera sido..., ¿qué ser… en mi lugar? ¿Más lirios o más ros… O chorros de agua o gris de serran… o pedazos de niebla o mudas rocas. De alguna de esas cosas—la más frí…
Hueles a rosa y se te abre en rosa toda el alma rosada: ¿De qué rosal celeste desprendida viniste a rozar, Rosa, mi alma? Rosa, lento rosario de perfumes...
Las hojas secas..., ¿vuelan o se c…
Hay en ti la fatiga de un ala much…
De tierra crece la montaña. De paciencia de tierra, pulgada por pulgada, o de crispadura de tierra que empuja hacia arriba el fuego de adentro, o del espasmo doloroso de la tierra joven...
Por la tarde, a contraluz te pareces a San Miguel Arcángel. Tu color oxidado,
Tú eres una ventana al mar: Venta… al mar cerrada... Tras tus hojas juntas está el mar a la luna blanco, gran… al sol poniente... Al alba, gris;…
La niña no está muerta... Sólo es… Tenía todavía como el pudor de hac… El pudor de ser Dios.
Sólo clavándose en la sombra, chup… de la sombra, se logra hacer para… Grato es el aire, grata la luz; pe… y el que no ponga el alma de raíz,…
Alguien exprimió un zumo de fruta negra en mi alma: Quedé amarga y sombría como niebla y retama. Nadie toque mi pan,