Dori Gímez
(2015)
Tengo la intuición de que el cielo no es para los dos tengo sueños y en ellos no estás, mis besos no son pa ti nunca contigo me comprometí,
Mariposas en mis ojos de solo imaginarte entrar por la puerta desnudarte con furia amarte, sentirte, morderte
Somos los puentes de luz que unen la tierra belleza viva con el fulgor del cielo iluminando vidas
Rumor del agua en el oscuro bosque. Brillan luciérnagas. Alimentándose del néctar de las flores.
Café tan negro como los ojos de él. ¿Por qué te fuiste? Quizás te vuelva a ver y oiga tu voz.
Deliciosamente obsceno le dije, con un tono profundo como el azul de sus ojos, mis piernas temblando de pura ansi… por tocarlo.
¡Ay de MI que dolor me causaste en el alma! Un puñal clavaste en aquella noche de angustia, me he quedado sola, sola,
Miro tu parpadeo bajo las alas del… deja un rastro brillante en mi mir… lágrimas en las arrugas desgarrada… Iré rompiendo cada minuto que muer… dentro de esas horas blancas.
Enredada en tus brazos, mi lengua recorriendo tu piel. Nuestros cuerpos desnudos los ilumina la luna.
Se van los años tejiendo sus días han dejado retazos de recuerdos en esta alma mía.
Y, quiero liarte amor entre mis brazos, atarte a mi alma. ¡Sentir como el deseo, enreda nuestra bocas!
Eres tanto... pero no bastante, suspiras como si fueras único, y eres, como esos vestidos que salen de fábrica repetidos. Porque miras pero no de frente,
Nunca he sido de esas que deja que la conozcas tanto que puedas destrozarla, siempre he huido de intimidades mi ser es mío.
Calles de gente que no mira, que pasan sin verme me volví invisible para ellos. Si estos idiotas supieran que no me hace falta su pobre limo…
Aún tengo tu aroma en mí, a esa noche de pasión y locura. Estoy impregnada de tus besos que dejaron la humedad de tu boca en mi piel.