POESÍA JAPONESA
Tengo ganas de hablar y gritarlo, pero aún me atenaza el miedo. Miro tus ojos y me quedo prendida de tu mente,
Cuando los pétalos de la Shakura caigan, cubriéndote toda la piel acariciando tus pechos lamiendo tu vientre mordiendo tu tierna carne
Dejo las invocaciones para las brujas y los poetas. Esto que voy a contar, no son ficciones, son las confesiones,
Amigo mío, no creas que no te quie… no pienses que ya no estoy a tu la… me enamoré de él, pero tú eres mi… Déjame recitarte un poema de esos que te gustan
Te besaba con toda la boca explosión de bengalas por el sur de tu ombligo. Te montaría como un jinete monta a su caballo y trotaría cont…
Ella es la rosa carmesí de quien extraigo mi pasión, sus hermosos pétalos se abren ante mí ofreciéndome su aroma. Ungiré mis labios,
Mí EPOC, Y YO Miré al médico. Sus ojos eran frí… Salí de allí, fui a mi cafetería f…
Dame un banco donde vea esperanza donde las entrañas no se desgarren… bajo el cielo índigo busco templan… pienso en ayudas que pueblos recor… Dame un banco que le de agua fresq…
Arrancarme la piel a tiras sentirme morir día a día no distinguir el alba del crepúscu… dentelladas en el corazón las venas largas saliendo sangre a…
Odio pensarte con alguien más camino por mi ciudad es de noche y no quiero decirte na… es mejor esperar a la mañana. Sé que estás con alguien
La bella dama está desmadejada, entre mil perlas blancas. Suspira entre ellas; su piel inimitable
Otea el lobo la nevada del bosque que bella estampa del cielo añil nuboso día de frío y hambre.
Trenzas sedosas, acarician tu tez, de nácar puro. Tus ojos dos luceros, que alumbran noches,
Triste está el árbol luna redonda, mira solo en el campo
Cuando la oscura noche parezca no… recuérdame entre la oscuridad y la luna escondida. Te quiero tanto, tanto no puedo decir las veces