#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros #ParaNiños
Prende tus luces cocuyo de marzo: esta es la noche de hablar con el gallo. Compartiremos
Cinta de arena para la nena. Gorro de sal para el coral. Y para el sol
Siete relojes, siete semillas, siete pelotas y una sombrilla. Siete burbujas,
Al mediodía, cristal el agua, cristal las hojas, cristal el día. Cristal, cristales,
Camarada del sapo, del río hermana, amiga de la piedra, nieta del agua. Nieta del agua
Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
Ocho mulitos tiene mi arria y todos suben por la montaña. Se ve salpicado el río
En la Sierra Maestra, con el paisaje, se alzó su vide noble, creció su sangre. Sembrador, guerrillero,
La flor del tomillo buscaba una abeja: una abeja sola, una sola obrera. En el viejo pino
Naranja sobre limón, sobre limones el agua: agua fértil de represa, agua de la nube blanca. Finas espigas de arroz,
En el pozo viejo el sapo se baña; la luna, traviesa, se mete en el agua. En el pozo nuevo
El oro de la tarde tiñe la copa de una vieja yagruma quieta y sedosa. Duerme cansado el viento
La Sierra Maestra ¡tan alta, tan grande! ¡tan brava, tan bella! De roca para el tirano; para el patriota, de miel.
Yo tengo un sombrero alón donde cabe un aguacero, y botas que reconocen los caminos del vaquero. ¡Qué bien te sabré domar,
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.