Hay vientos que me golpean, inmensas oleadas que no sé de dónde llegan, no sé por qué se dirigen a mí. Creo que a todos nos pasa ¿No? De un momento a otro, nos convertimos en blanco directo, objetivo de males y pesares. Son apabullantes, nos dejan sin aliento; sin embargo, los deseamos con gran anhelo.