De Gretta.
Ahora sufro por sobriedad.
Dejar estados de una realidad más simple es doloroso, desde alcohol hasta cualquier tipo de droga natural o sintética, lo difícil es la caída a la sobriedad.
Pero también hay sobriedad de poder, de fama, de los malos hábitos y esa llega a ser incluso más dolorosa.
A usted que solía ser mi señor le digo: estar sin su cariño ha sido la peor parte de mi sobriedad.
Saber que he perdido tus textos, tus canciones y tus cartas, me arrastran a admitir mi arrepentimiento, esperando que puedas perdonarme y perdonarte, rogando por redención, por secuestrar una vez más tus días y tú risa, pegándole gritos al cielo para ver si me das una mirada o al menos, una muerte juntos.
Por otra parte, pese a lo tentador de tus proposiciones, no puedo detenerme ni conformarme, no, porque he tocado fondo, entonces el único camino posible será hacia arriba.
