Felicidad
La verdadera felicidad consiste en hacer el bien, una frase que engloba una verdad muy importante para el filósofo Aristóteles. Para Aristóteles, la felicidad no era simplemente la satisfacción de los deseos momentáneos, sino la búsqueda constante de una vida virtuosa y significativa. La felicidad para Aristóteles era un estado en el cual una persona lograba desarrollar y expresar su potencial humano de la mejor manera posible. Creía que alcanzar la felicidad era el fin último de la vida humana y esto se lograba a través de la búsqueda de la virtud y el florecimiento personal. En este contexto, la frase, la verdadera felicidad, consiste en hacer el bien adquiere un profundo significado. Hacer el bien implica actuar virtuosamente buscando ese equilibrio en todas las acciones. La felicidad no se trata solo de buscar el placer o evitar el dolor, sino de vivir de la mejor manera ética y moralmente, contribuyendo positivamente a la sociedad y a la comunidad. A través de los ojos de Aristóteles, la felicidad no es un destino, más bien un camino, en el que cada elección y acción virtuosa nos acerca a vivir una vida plenamente. En un mundo que a menudo nos parece complicado, recordemos la sencillez de hacer el bien como un paso hacia una vida más significativa y verdaderamente feliz.
