A una mujer tan bella que me excede la mortalidad.
Me quedé dormido y soñé que me que… soñaba que me quedaba dormido y so… Soñaba no soñar.
¿Quién yace oculto detrás de la vo… ¿Qué clase de encuentro buscan eso… ¿Quién eres tú que habitas este cu… ¿De cuantas vidas datan nuestras c… ¿Qué hace falta recordar?
Un peregrino, aunado de flores y d… Busco en el monte de los delirios Una dama con quien compartir sus f… Al paso de las horas y las noches Halló en los muros y los caminos
Soy más un espíritu errante que un hijo querido y ensoñado El tiempo me dio cuita flagrante cuando nací casi muerto y maltrata… En tus brazos hallé un calmante
No escuché tu grito pero noté tu muerte seis bocas en hito te hicieron silente. De mi sueño de granito
Gravito en meditaciones vagas como suelen ser las mañanas Miro a lo lejos para ver si respir… el enigmático aroma de tu suspiro Buscando tus imágenes llanas
Asco, triple asco perjuro a esos, a aquellos, a todos, a mi. Que soy parte de ellos y que en mi calidad de consciente de la putrefacción de mi propia carne, apenas soporto la hedionda y...
¿Donde más la belleza sino en lo s… En el parpadeo repentino después d… En la risa disimulada después de a… En el primer tacto de tu piel a la… Mientras duermes y te miro.
Hoy he venido a escribir algo que… Dejo esto de testigo. Es infame la palabra. Todo quedó reducido a nada. En una palabra estaba todo.
El gato, negro escurridizo, maestro de la noche, con ojos, ojos de fuego, fuego verde, verde místico, verde sabio. Encuentra al gato en la noche,
Le diré al pinche mundo que eras u… Para que te castigue con el afán d… Le diré al pinche mundo que te amé… Para que los mismos vientos te azo… Porque sé que te encanta eso.
Qué mínimo el tiempo y qué larga l… Qué extenso el cielo que habita en…
Sin voluntad ni búsqueda, tampoco… Como la luz de la mañana, que fría… Azulados rincones de la noche que… Amanece pronto en mis horizontes Amanece pronta ensoñación
Cruzó silente aquella puerta una niña de dobles ojos ladinos heridos pobres y cristalinos contaban la historia de una batall… pocos notaron la herida abierta
Pasos sucedían, sobre las calles de aquella ciudad que nunca dormía, sin embargo, de entre el bullicio el caos y del sonido que nunca se detiene, sucedía que soplaba el viento y hacía g...