Caprichos orbitales
A mulher que amo usa rosa sem calcinha e tem hálito de caramelo
Dulces poemas dibujan en mi corazón
tus besos en esta noche de primores
cuando mi lengua descorcha el vino
de tu vertiente jugosa
¿Y qué si la magia del axón
perturba la cautiva salinidad
de tu corola?
Almendras en mis labios
y aposento del querer
son tus senos
que reciclan el instante
de un escorzo de mandolinas
Y siento el disperso mundo del Medioevo
acuclirrase ante tu deidad
dejando atrás ese espacio aburrido
de lúgrubre padecer
La tierra es redonda como tu figura
en tránsito
y yo, orbito para ti,
esperando el urgente fuego
de tus labios, exacerbado y loco
¡Mi yo agoniza sin tu querer!
Estoy enamorado de ti, mujer
cuasi lelo esperando en el cénit
el encuentro de tu astro
a fin de
potenciar el verbo en la esfera celeste.
