#EscritoresCubanos #LaEdadDeOro
Tiene el leopardo un abrigo En su monte seco y pardo: Yo tengo más que el leopardo, Porque tengo un buen amigo. Duerme, como en un juguete,
¡Cielo, mi amor!—en vano sobre el… La vista fijo y la atención reclam… Tu luz enciendo, con tus rayos vib… ¡Y expulsado de ti, perdón te clam… Si te merezco ¡oh padre! si te ado…
El rayo surca, sangriento, El lóbrego nubarrón: Echa el barco, ciento a ciento, Los negros por el portón. El viento, fiero, quebraba
Cultivo una rosa blanca, En julio como en enero, Para el amigo sincero Que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca
En la cuna sin par nació la airosa Niña de honda mirada y paso leve, Que el padre le tejió de milagrosa Música azul y clavellín de nieve. Del sol voraz y de la cumbre andin…
Yo que vivo, aunque me he muerto, Soy un gran descubridor, Porque anoche he descubierto La medicina de amor. Cuando al paso de la cruz
Quiero, a la sombra de un ala, Contar este cuento en flor: La niña de Guatemala, La que se murió de amor. Eran de lirios los ramos,
Quieres mis versos tener, ¿qué versos te ha de decir quien queda con verte ir sin lira ya que tañer? ¿Versos? Pues con ser mujer
Cuando nací, sin sol, mi madre dij… “Flor de mi seno, Homagno generos… De mí y de la Creación suma y ref… Pez que en ave y corcel y hombre s… Mira estas dos, que con dolor te b…
Era el 5 de abril de 1870. Meses hacía que había yo cumplido diez y siete años. Mi patria me había arrancado de los brazos de mi madre, y señalado un lugar en su banquete. Yo besé sus...
Sé de brazos robustos, Blandos, fragantes; Y sé que cuando envuelven El cuello frágil, Mi cuerpo, como rosa
Yo no puedo olvidar nunca La mañanita de otoño En que le salió un retoño A la pobre rama trunca. La mañanita en que, en vano,
Para Aragón, en España, Tengo yo en mi corazón Un lugar todo Aragón, Franco, fiero, fiel, sin saña. Si quiere un tonto saber
En el negro callejón Donde en tinieblas paseo, Alzo los ojos, y veo La iglesia, erguida, a un rincón. ¿Será misterio? ¿Será
Es rubia: el cabello suelto Da más luz al ojo moro: Voy, desde entonces, envuelto En un torbellino de oro. La abeja estival que zumba