De Fuera del Juego, 1968
#EscritoresCubanos #FueraDeJuego
Mi hora vendrá, hará una seña en la escalera y subirá a mi cuarto donde arderá la estufa; si en Londres,
Cada noche me libras de la corona turbia que amenaza las horas de mi felici… y llegas en puntillas lentamente y me arrancas los ojos de humanist…
Cuando alguien muere, alguien (ese enemigo) muere de frente al plomo que lo mata, ¿qué recuerdos, qué mundo amargo, nuestro, se aniq…
En los bosques de Rusia yo he visto un abedul. Un abedul de hierro, un abedul que lanza como los elect… su nudo de energía y movimiento.
Cuando los últimos disparos resonaban en el turbio canal, y a través de los vidrios deshecho… se empezaba a borrar el humo negro… miramos, anhelantes,
Los que se alejan siempre son los… sus dedos aferrados a las grandes… donde las madres guardan los sueño… En los andenes y en los aeropuerto… lo observan todo
¿Por qué están esos pájaros cantan… si el milano y la zorra se han hec… y están pidiendo silencio? Muy pronto el guardabosques tendrá… pero será muy tarde.
Hay un hombre tirado junto al mar Pero no pienses que voy a describi… ahogado Un pobre hombre que se muere en la… Aunque lo hayan arrastrado las ola…
Ámalo, por favor, que es el herido que redactaba tus proclamas, el que esperas que llegue a cada h… el que ahora mismo tal vez estén s… a bofetadas,
Mi absurda persuasión abriéndole c… pero la poesía no entra. Ella no elije noches para entrar.… dominio impone –como afirman– de n… A cualquier hora el mundo la despl…
No lo olvides, poeta. En cualquier sitio y época en que hagas o en que sufras la Hi… siempre estará acechándote algún p…
El amor, la tristeza, la guerra abren su puerta cada día, brincan sobre su cama y él no les dice nada. Cogen su perro y lo degüellan, lo…
¡Al poeta, despídanlo! Ese no tiene aquí nada que hacer. No entra en el juego. No se entusiasma. No pone en claro su mensaje.
De un rumor creciente y voluptuoso se llenan para mí los días. Dispongo de este mundo exasperado
Conozco el manuscrito de Pasión de Urbino, sus muchas, y ahora compruebo que insuficientes, modificaciones, desde 1964. Lisandro Otero solía dármelo a leer después de cada revisión. A i...